No sé vosotras, pero "ponerme o no la epidural" fue una cuestión a la que le dí bastantes vueltas en los primeros meses de mi embarazo... ¿Seré capaz de soportar el dolor? ¿Vale la pena pasar el mal rato?
Lei y escuché opiniones de los dos bandos, el "pro-epidural" y el "contra-epidural" y las opiniones estaban bastante divididas. Los foros que leí no me ayudaron mucho porque encontré mucho "fundamentalismo" y sobre todo del tipo "contra-epidural". Lo que más me chocó es que ambos extremos a los que yo llamo "fundamentalistas", presumen de ser los más feministas y estar más por los derechos de la mujer. Por un lado, las fundamentalistas contra-epidural parecen creer que los paritorios de los hospitales son frías salas de tortura, como naves alienígenas salidas de una película de ciencia ficción, donde unas matronas o doctores marcianos y apáticos te extraen a tu hijo de forma totalmente anti-natural. Por otro lado las fundamentalistas pro-epidural, creen que la mujer que "sufre" voluntariamente es ignorante y atrasada porque el "parirás con dolor" es algo arcaico recogido en la biblia y totalmente innecesario en el siglo XXI. No comparto ninguna de estas opiniones.
Cuando me preparaba para el parto había una sola cosa que tenía claro, y era que quería (necesitaba) que mi pareja estuviese conmigo cuando llegase el momento. Eso era lo único que tenía claro y me daba pánico pensar que por cualquier motivo no fuese posible. Para mi esto es un punto clave: El contar con el apoyo físico y moral de la persona de nuestra elección. Puede ser nuestra pareja, nuestra madre, una amiga... alguien en quien confiemos y nos haga sentir bien. En mi caso era Leo, mi pareja. (de Leopoldo, pseudónimo elegido por él mismo).
A parte de eso, tenía la mente abierta sobre todo lo demás. Enseguida descarté la idea de dar a luz en casa y no porque tenga plena confianza en los hospitales. Se que no se suelen respetar los tiempos que necesita la mujer y el bebé, que se han hecho episotomías sistemáticamente, que se hacen muchas cesareas "inne-cesareas" y mil historias más que demuestran que esta sociedad no respeta ni cuida lo suficiente la maternidad... aun así prefería dar a luz en un hospital porque me parecía más seguro. Pero no tenía mucha confianza en el hospital más cercano a casa así que me apunté a una visita guiada por sus instalaciones de maternidad para decidir si iría a este o viajaría a otro que estuviese un poco más lejos. La visita me convenció así que me decanté por el más cercano a mi vivienda.
(Consejillo: visitar el hospital y la zona de urgencias y maternidad donde vas a parir es importante ya que el día en si, sabes exactamente donde tienes que ir y por lo tanto vas menos nerviosa)
También hice un plan de parto que entregué a la matrona cuando ingresé en el hospital. A parte de muchas cosas obvias, pedía que en caso de cesarea se practicase el piel con piel con el padre de la criatura.
Al final no tomé ninguna decisión sobre la epidural. Decidí decidirlo cuando llegase el momento. El día del parto, si podía soportar las contracciones, lo haría y si se me hacían demasiado dolorosas, o por cualquier otro motivo prefería estar con anestesia, me pondría la epidural, tan simple como esto.
Al final NO necesité la epidural. En otra entrada os explicaré el parto con más detalle. Relacionado con la epidural, hubo un momento en que las contracciones me venían muy seguidas, me dolían mucho y estaba cansada por lo que llamé a la matrona y le pregunté que qué tal iba. Me dijo que iba muy bien, pero que si quería la epidural, todavía estaban a tiempo para ponermela, pero que seguro que se retrasaba el proceso. Así que decidí "seguir a pelo". A los pocos minutos estaba empujando y a la hora dí a luz a Buchi. Se portó como un campeón. Tuve un parto muy bueno. La pregunta del millón es ¿Y si me hubiese puesto la epidural? ¿Habría sido el parto igual de bueno y rápido? Eso es muy dificil saber, así que no voy a especular.
Para mi, lo que hizo que el parto fuese como fue fueron las clases pre-parto. El hecho de saber lo que te espera hace que le pierdas un poquito de miedo. Mi pareja dice que él se esperaba algo más traumático. Leo cree que el problema es que las muejeres vamos a dar a luz con mucho miedo y que no se nos prepara para la experiencia. El cree que las clases de pre-parto no son suficientes, que tendríamos que estar todo el embarazo preparandonos para el parto, en un balneario para embarazadas, donde nos den formación sobre el parto y sobre la maternidad, sobre lo que va a pasar, aprendiendo a como llevarlo todo y sobre todo y lo más importante, cero estrés para las futuras mamás, relajación total. Creo que tiene muchísima razón.
Otra cosa que creo que me ayudó mucho fue andar. Os recomiendo que andeis todo lo que podais... que no os tumben (aunque a mi no me quedó otro remedio y me tuve que tumbar) porque el dolor se vuelve insoportable. Si teneis que estar tumbadas, poneros de lado porque las contracciones se harán algo más llevaderas.
Por último, otra recomendación que haría a las futuras mamás es que tomeis las contracciones una por una. El dolor es intenso pero cuando pasa, pasa... Se va totalmente y no sientes ningun tipo de molestia. Aprovecha estos momentos para descansar, respirar, relajarte y prepararte para la próxima contracción... Cuando pase, estarás un paso más cerca del alumbramiento de tu hijo... ya falta menos.
En un momento dado te vendrán muchas ganas de apretar, entonces aprieta sin miedo... estás ayudando a tu hijo a nacer, él también está haciendo un enorme esfuerzo. Además, como más aprietes, menos te va a doler. Y cuando pase la contracción, descansa y respira.
Estos son los factores que me ayudaron a no necesitar la epidural, pero como os digo... estuve a punto de ponermela. Resumiendo, diría que para mi, ponerme o no la epidural no fue una decisión muy importante. No se trata de hacerse la heroe, yo no me considero más fuerte que otras mujeres por no haberla necesitado, simplemente creo que hay una serie de factores que han hecho que esto sea posible así. Para mi no es ningun logro, simplemente mi parto fue así. Si una mujer prefiere ponersela, o incluso hacerse una cesarea programada, es totalmente legítimo, y no hay necesidad de justificar tal decisión.
En otra entrada os cuento el parto en si.
¡Espero que os haya servido de algo! ¡Gracias por leer!
Raf.
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